Canóvanas





El escudo se compone de los siguientes simbolismos: Colores oro y violeta que son tomados del pendón de los "Hijos y Amigos Ausentes de Canóvanas". La corona mural (castillo) que timbra el escudo simboliza municipalidad. La cadena rota es símbolo de la descontinuación de Canóvanas como barrio de Loíza. La corona en el centro de la primera simboliza la suprema jerarquía del cacique Canobaná. La corona de laureles es indicativa de 23 triunfos consecutivos (una hoja por cada triunfo) del quinteto de baloncesto "Loíza Indians", estableciendo un récord en Puerto Rico, y representado por una canasta en medio de las hojas. El sol naciente significa el surgimiento de un nuevo municipio en Puerto Rico y sus 16 rayos indican el mismo número de alcaldes que pasaron por la alcaldía antes de Canóvanas separarse de Loíza. La inscripción en el volante recuerda el nombre del cacique y las fechas que marcan la instalación en Canóvanas de la sede del Municipio de Loíza, 30 de noviembre de 1909, y su creación el 15 de agosto de 1970. Así lo describe "Necove", autor del libro El Escudo de un Pueblo. Este autor, cuyo nombre propio es Néstor Cora Vega, a su vez impulsó el diseño que hoy cuenta.






Los colores son oro y violeta, los mismos que componen el escudo. Diseñada en tres franjas que corren a lo ancho; primera violeta, la segunda es dorada con el escudo del municipio en el centro y la tercera violeta.




Himno

CANOVANAX
Por: Doris Sandra Estrada Jiménez

Es mi pueblo natal
entre los pueblos,
puente fijo en el tiempo
mirando al porvenir.
Defendiendo con furia
del paso de los siglos,
la simiente del indio
que se negó a morir.

Sus hijos son hilera
de luceros que adornan
la frente del guerrero
que dió vida a su ser:
Hernaíz, mister Arroyo,
los reyes del canasto
y el monstruo de este siglo
que nadie pudo ser.

Roca tallada y barro,
piel cobriza y areyto
son el alma de un pueblo
que defendió su historia.
Los hijos del futuro
recordarán al indio
que vivirá por siempre
grabado en su memoria.

Contemplo en la ventana
del tiempo, los recuerdos
de un poblado de antaño
vino en mi corazón
campanas en la plaza,
campos verdes y calles
con ritmo de tambores
en inmortal canción.

Y al paso de los años
es su historia
recuerdo del maíz
yuca y bohique.
Hamacas del pasado
meciéndose en el tiempo
y un manojo de estrellas
coronando un cacique.




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