En campo de oro, y en situación de faja alzada, a todo trance una sierra de tres montañas de sinople, al natural, acompañada en punta de una bahía o rada fajada en ondas de plata y azul, moviente del ranco siniestro; el jefe de azul, con tres ramos de lirios floridas y hojados, al natural. Al timbre de una corona mural de oro de tres torres, mazonada de sable y adjurada de sinople y, rodeando el escudo por sus flancos y punta, dos palmas de cocotero, al natural, cruzadas por lo bajo. Simbolismo: Las montañas representan la sierra de Luquillo de la que deriva su nombre el pueblo, y la rada en campo de oro, con la sierra a fondo, la playa de Luquillo. Los ramos de lirios simbolizan al Patriarca San José, a cuyo patronato están acogidos el pueblo y la municipalidad. La corona mural es timbre distintivo de las ciudades, villas, pueblos y municipalidades, y significa autonomía, unidad, defensa común. Las palmas de cocotero que rodean el escudo constituyen otra alusión a la playa de Luquillo.
La bandera de Luquillo se organiza de tres franjas horizontales, azul la superior, amarilla la central y verde la inferior. Las de los extremos son del doble de la anchura de la central. En la bandera puede representarse, superpuesto en su centro, el escudo municipal.
Himno
por el poeta Don Carmelo Alvira Guerra
Junto a las costas del mar Atlántico
cerca del Yunque, en un rincón,
entre palmeras, muy arrogante,
se fue formado una población.
Llaman Luquillo de mis amores
al pueblecito que así creció;
chozas de pajas de pescadores
con el progreso se transformó.
Sus bellas playas y sus mujeres,
su fe cristiana y su tradición;
Ilenan el alma, nos traen placeres
recuerdos gratos del corazón.
Lindos paisajes, campos floridos,
nítido el cielo a la luz del sol
forman del pueblo sus coloridos,
y el alma Ilenan con su arrebol.
Cuando más lejos nos encontramos,
en la alegría o en el dolor;
Luquillo mío siempre te amamos
y te queremos con gran amor.